Motivos para el NO a la Pasante del Metro

Satorralaia se opone a la Pasante de Metro porque hay razones claras para ello:

Es una obra innecesaria para la ciudadanía de Donostia:

Donostialdea cuenta con una red de transporte público relativamente buena. La construcción de un Metro subterráneo por el centro de Donostia no es necesaria ni por la demanda existente ni por la dimensión urbana de la ciudad, que también permite recorrerla fácilmente a pie o en bicicleta.

La Pasante de Metro perjudicaría a Dbus y Lurraldebus sin reducir el tráfico de coches:
La Pasante de Metro es una apuesta equivocada para el transporte público porque captaría viajeros/as principalmente a costa de los servicios de autobús, sin afectar casi nada al tráfico de coches, que solamente disminuiría un 1’5%. El proyecto del Gobierno Vasco plantea además una “reordenación” de los autobuses que consiste en la supresión de varias líneas de Dbus (05, 24, 27) y de Lurraldebus (E06, E21), así como una importante reducción en la frecuencia de otras líneas (28, 13, 18, 25, 26, 33, E05, E02, E20). La bajada de servicios de autobús afectaría a numerosos trayectos y puntos intermedios que el Metro no puede cubrir, produciendo una pérdida de accesibilidad en transporte público que perjudicaría principalmente a las personas mayores.

Va a ser fuente de grandes molestias para la población:
La construcción de la Pasante de Metro con sus estaciones y accesos bajo la ciudad es un obrón que, de llevarse a cabo, provocaría graves afecciones en los barrios de Amara, el Centro y el Antiguo, y también afectaría a la playa de la Concha. Las obras ocasionarían serias molestias para la población y graves alteraciones en el espacio urbano: calles principales de la ciudad van a estar cortadas durante meses, provocando el cierre de aceras y carriles de circulación, afecciones a la accesibilidad peatonal a viviendas, comercios, mucho ruido y polvo, etc. El proyecto aporta un listado de hasta 311 edificios que podrían verse afectados por la proximidad del trazado y posiblemente también por los problemas de ruido y vibraciones que generaría durante su funcionamiento.
Además es una obra que presenta un elevado riesgo de inundabilidad

Es una obra muy cara y desproporcionada, un perfecto derroche:
Pretenden gastar como mínimo 200 millones de euros, sin que exista un análisis riguroso de usuarios/as para la implantación de un Metro en Donostia. Supone malgastar los recursos públicos en un proyecto cuya ejecución ya se intentó y abandonó en 2013, siendo calificado por el Gobierno Vasco de “obra faraónica”. Además, el Metro de Donostialdea requeriría anualmente de una financiación pública de 30 millones durante su funcionamiento para cubrir los elevados costes de explotación y mantenimiento (fuente: Estudio de Dbus). Es decir que va a ser claramente ruinoso para la economía pública.

Existen alternativas más eficaces y de menor coste económico para mejorar el transporte público:
La clave para mejorar la movilidad en Donostia radica en coordinar el Topo y las principales líneas urbanas de Dbus, creando pequeños centros de transbordo gratuito (Topo-Bus) para facilitar la accesibilidad en transporte público a todos los barrios y lugares de trabajo de la ciudad y alrededores. Por ejemplo, la creación de un punto de transbordo en Lugaritz posibilitaría a los/as usuarios/as del Topo acceder en autobuses con buenas frecuencias a la zona del Antiguo (Universidades, Ibaeta…). También hay estudios de Dbus para unir las líneas 13/Altza y 5/Bentaberri en una única línea de autobús Este-Oeste de gran capacidad. En cuanto a EuskoTren, una duplicación de la vía en los tramos donde sea necesario y una mejora de la integración urbana del Topo en zonas como Pasaia o el Paseo de Errondo es mucho más interesante que acercar 400 m la estación a Zara y a la playa. Si el dinero se derrocha en la pasante de Donostia, estas mejoras pueden quedar aplazadas sine die.

Las justificaciones aducidas por los promotores del Metro para eliminar la estación de Amara-Easo son puros pretextos:
La estación central de EuskoTren en Amara-Easo constituye un acceso magnífico para llegar al centro urbano: se encuentra a 4 minutos andando del Buen Pastor y a 7 minutos de la Concha. Aunque es una estación de tipo “fondo de saco”, las instalaciones actuales permiten al Topo una frecuencia de 7’30 minutos –se podrían incuso facilitar frecuencias de 5 minutos–, más que suficiente para el volumen de la población servida. Hay que añadir que la Pasante de Metro no eliminaría la necesidad de hacer transbordo a los/as viajeros/as del tren de la Costa, sino que el punto de transbordo se trasladaría a Riberas.

Los datos de uso previsto son de muy baja fiabilidad:
Las estimaciones de uso pasan de 33 millones, a 24 millones y luego a menos de 19 millones de viajeros anuales

La Pasante de Metro promueve un modelo de ciudad muy discutible:
La Pasante impulsa un modelo centralizador que canalizaría mayores movimientos de viajeros/as al corazón turístico y comercial de la ciudad. La llegada del Metro al Centro-La Concha está asociada a la creciente turistificación y a la expansión del Gran Comercio en el centro urbano, que ya están afectando negativamente a la vida social en Donostia al favorecer procesos de especulación urbana con graves perjuicios para la colectividad. El proyecto se basa además en falsas perspectivas de crecimiento demográfico de 100.000 habitantes y la construcción de 46.908 nuevas viviendas en Donostialdea en los próximos años. La metropolización y el encarecimiento de la vivienda en el área urbana de Donostia obligan a realizar diariamente cada vez mayores desplazamientos, a la vez que se siguen incrementando los desequilibrios y las desigualdades entre la periferia Este (la zona de Pasaialdea) y el Oeste de la ciudad.

Un proyecto impuesto sin participación ciudadana:
El Gobierno Vasco ha actuado con poca transparencia y ha impulsado el proyecto en ausencia de cualquier participación social. Las múltiples demandas y muestras de oposición vecinal han sido despreciadas olímpicamente y se sigue adelante con una actitud que raya en el despotismo. Las instituciones han denegado la petición suscrita por 8.916 donostiarras solicitando la paralización de la Pasante de Metro y la apertura de un debate público que culmine con la realización de una consulta popular.

Nuestra propuesta:
Por todo ello, el movimiento vecinal Satorralaia solicita al Gobierno Vasco y al Ayuntamiento que paralicen el proyecto para permitir un debate pausado y bien informado, seguido de una consulta a la población afectada sobre el sistema de transporte público más adecuado para Donostialdea

SATORRALAIA movimiento vecinal por la paralización de la Pasante de Metro